Tlaltenango de Sánchez Román es la cabecera municipal del Municipio de Tlaltenango de Sánchez Román, un municipio del estado de Zacatecas, México. El municipio queda ubicado en el sur del estado en el Valle de Tlaltenango. Al norte colinda con los municipios de Momax y General Joaquín Amaro, al este con los municipios de Huanusco y Jalpa, y al sur por el municipio de Tepechitlán. Al oeste colinda con el municipio de Atolinga.
Población
Según el censo de 2005, el municipio de Tlaltenango de Sánchez Román contaba con una población de 21,636 habitantes. De estos, 14,520 vivían en la cabezera municipal y el resto en las comunidades rurales del municipio. En 2000, habían 7,223 personas economicamente activas en el municipio. El sector mayor, según el número de personas empleadas, era la agricultura y ganadería (empleando 19.1% de la población economicamente activa), seguido por comercio de mayoreo o menoreo (empleando 16.8%) y luego por el sector manufacturero (empleando 11.9%).
Historia
En 1530, el Valle de Tlaltenango se encontraba poblado por indígenas caxcanes que labraban la tierra al bordo del río y seguramente se suplían de la abundancia de flora y fauna de las sierras que rodean al valle. El significado de Tlaltenango en la lengua caxcana--la tierra amurallada--alude a este paisaje montañoso del valle. Entre esos muros de montañas, la Sierra del Mixtón al oriente y la de Tepeque al poniente, pasaron Nuño Beltrán de Guzmán y sus soldados, dejando, según el historiador Peter Gerhard, "un sendero de cadáveres, destruyendo casas y sementeras, llevándose a los barones que sobrevivían como esclavos y dejando a las mujeres y niños a morir de hambre." El cuadro 61 del Lienzo de Tlaxcala describe una batalla en la cual los caxcanes de "Tlaltenapa" defendian sus tierras contra los españoles y sus aliados tlaxcaltecas.
Las memorias de este primer contacto con los españoles deben haber trastornado a los moradores de Tlaltenango y sus cercanías. Tanto fue el trastorno que desde sus montañas cerca de El Teúl, en 1531 lanzaron un ataque contra los españoles que intentaban construir un pueblo llamado La Villa de Espíritu Santo de Guadalajara cerca de lo que hoy es Nochistlán. La Villa de Guadalajara quedo destruida y a los españoles les toco reconstruirla tres veces antes de que finalmente sobreviviera el pueblo en su ubicación actual--el Valle de Atemajac--donde se construyó en 1542.
Población
Según el censo de 2005, el municipio de Tlaltenango de Sánchez Román contaba con una población de 21,636 habitantes. De estos, 14,520 vivían en la cabezera municipal y el resto en las comunidades rurales del municipio. En 2000, habían 7,223 personas economicamente activas en el municipio. El sector mayor, según el número de personas empleadas, era la agricultura y ganadería (empleando 19.1% de la población economicamente activa), seguido por comercio de mayoreo o menoreo (empleando 16.8%) y luego por el sector manufacturero (empleando 11.9%).
Historia
En 1530, el Valle de Tlaltenango se encontraba poblado por indígenas caxcanes que labraban la tierra al bordo del río y seguramente se suplían de la abundancia de flora y fauna de las sierras que rodean al valle. El significado de Tlaltenango en la lengua caxcana--la tierra amurallada--alude a este paisaje montañoso del valle. Entre esos muros de montañas, la Sierra del Mixtón al oriente y la de Tepeque al poniente, pasaron Nuño Beltrán de Guzmán y sus soldados, dejando, según el historiador Peter Gerhard, "un sendero de cadáveres, destruyendo casas y sementeras, llevándose a los barones que sobrevivían como esclavos y dejando a las mujeres y niños a morir de hambre." El cuadro 61 del Lienzo de Tlaxcala describe una batalla en la cual los caxcanes de "Tlaltenapa" defendian sus tierras contra los españoles y sus aliados tlaxcaltecas.
Las memorias de este primer contacto con los españoles deben haber trastornado a los moradores de Tlaltenango y sus cercanías. Tanto fue el trastorno que desde sus montañas cerca de El Teúl, en 1531 lanzaron un ataque contra los españoles que intentaban construir un pueblo llamado La Villa de Espíritu Santo de Guadalajara cerca de lo que hoy es Nochistlán. La Villa de Guadalajara quedo destruida y a los españoles les toco reconstruirla tres veces antes de que finalmente sobreviviera el pueblo en su ubicación actual--el Valle de Atemajac--donde se construyó en 1542.
En 1541, se levantaron de nuevo los caxcanes, con sus aliados tepecanos, zacatecos y guachichiles contra los españoles. Desde la Sierra del Mixtón, que hoy se conoce como la Sierra de Morones, se lanzaron los aliados indígenas de la región contra los españoles. La Guerra del Mixtón duró menos de dos años, pero la paz no fue perdurable. En 1550, la guerra surgió de nuevo con la gran Guerra Chichimeca, en la cual participaron innumerables indígenas de varias etnias chichimecas (un nombre despectivo por cual las etnias civilizadas del sur llamaban a las etnias nómadas del norte). Esta guerra duro casi cuarenta años. Parece que los moradores del Valle de Tlaltenango no participaron en esta última rebelión, pero igual la región sufrió a causa del caos alrededor. Los pueblos caxcanes de las cercanías de Tlaltenango sufrieron ataques de sus antiguos aliados zacatecas desde el norte por haberse sometido a la Corona Española.
El fin de la Guerra Chichimeca llegó cuando el nuevo Virrey Luis de Velasco decidió comprar la paz con los chichimecas. Como parte de la paz comprada, el Virrey uso el poder de la Real Hacienda para otorgar ropa, herramientas y comida a los chichimecas a cambio de que se pacificaran y reconocieran la corona española. Además recluto cienes de familias tlaxcaltecas para que se mudaran a vivir entre los chichimecas, los convirtieran a la fe católica y a un estilo de vida sedentario, enseñándoles sus técnicas agrícolas.
Queda sin decir que a fines del siglo XVI, no moraban muchos españoles en los contornos de Tlaltenango. En la década de los 1540, probablemente después de la Guerra del Mixtón, se encomendaron los pueblos del valle a varios españoles. El pueblo de Tlaltenango fue encomienda de Toribio de Bolaños, Tepechitlán de Pedro de Bobadilla, un soldado de Nuño Beltrán de Guzmán, y El Teul fue encomienda de Juan Delgado. Es probable que estos individuos no pudieran ejercer sus derechos sobre los indígenas durante el siglo XVI ya que las rebeliones sucesivas lo harían difícil. Pero con el fin de las guerras contra los indígenas al fin del siglo, comenzaron a llegar los españoles a asentarse entre los indígenas recién pacificados de la región.
En 1550, el pueblo de Tlaltenango tenía 132 casas, donde vivían 626 personas. Para 1561, la población tributaria (es decir masculina de edad adulta) llegaba a 379. En 1570 había subido esta población tributaria a 1,000 personas y se encontraban 20 españoles en el pueblo de Tlaltenango. El valle contaba con una población de más de 8,000 habitantes. El aumento tan súbito de población indica que ya había comenzado la inmigración a la región en esa época. Tres años después, seguramente a causa de enfermedad y las guerras, la población del pueblo había decrecido a solamente 380 tributarios. Para 1584, aún no recuperaba la población del valle, ya que en el solamente moraban un poco más de 3,000 habitantes, casi todos indígenas. Estos moradores se alimentaban del maíz, chile y fríjol que se sembraba en las sementeras al largo del Río Tlaltenango, de los duraznos, membrillos, higos y tunas que crecían en el valle y de las gallinas y guajolotes que se ahí se criaban.
Para 1616, ya vivían suficientes españoles en el valle para que los indígenas se quejaran de los daños que sufrían en sus sementeras a causa de los ganados y caballos de los españoles. El mestizaje entre los españoles, los indígenas y los africanos de la región ya existía en esos tiempos. Entre las quejas de los indígenas, quedan documentadas las relaciones extramaritales de Diego González, Diego López, españoles, con indias y las de Juan de Miramontes, también español, con una mestiza, esposa de un tlaxcalteca. También sabemos que los Bobadilla, encomenderos de Tepechitlán eran mestizos, ya que el primer encomendero, Pedro de Bobadilla se casó y procreó con una mujer indígena.
Fuentes
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (México)
Carlos Casas, Bernardo. Tlaltenango: una ciudad amurallada, Guadalajara, Jal.: Impre-Jal (1986)
Gerhard, Peter. The North Frontier of New Spain, Princeton, NJ: Princeton University Press (1982)
Salcedo y Herrera, Francisco Manuel. Descripción del partido y jurisdicción de Tlaltenango, hecha en 1650, México, D.F.: José Porrua e Hijos (1958)